Es el olor del aire que uno exhala por la boca y, cuando es desagradable, característico o repugnante se denomina mal aliento o halitosis.
Consideraciones generales
Algunos trastornos producen olores específicos y característicos del aliento.El mal aliento relacionado con una mala higiene oral es el más común y es ocasionado por la secreción de compuestos de azufre por parte de las bacterias en la boca.
Un aliento que huele a frutas se presenta a medida que el cuerpo trata de deshacerse del exceso de acetona a través de la respiración. Éste es un signo de cetoacidosis, que puede ocurrir en la diabetes, y es una afección potencialmente mortal.
El aliento que huele a heces se puede presentar con el vómito prolongado, especialmente cuando hay una obstrucción intestinal. También se puede presentar temporalmente si la persona tiene puesta una sonda través de la nariz o la boca hasta el estómago para drenar los contenidos gástricos (sonda nasogástrica) en el lugar.
En personas con insuficiencia renal crónica, el aliento puede tener un olor similar al amoníaco (también descrito como un olor parecido a la orina o a "pescado").
Pacientes que luego de una cirugía, en donde se le aplicó anestesia general, y siendo inhalados gases anestésicos, estos, al termino de de la cirugía los anestésicos se exhalan, provocando mal aliento por estas sustancias.
Las personas que beben de manera periódica alcohol, eliminan por el aliento sustancias como metabolitos, provocando de igual manera el mal aliento por el olor que estas sustancias provocan.
Causas comunes
Si un aliento previamente normal se convierte en halitosis, las causas podrían ser:- Absceso dental.
- Alcoholismo.
- Caries dental.
- Prótesis dentales.
- Medicamentos:
- paraldehído
- triamtereno y anestésicos inhalados.
- inyección de insulina.
- Alimentos o bebidas consumidas (como repollo, ajo, cebollas crudas o café).
- Presencia de un cuerpo extraño en la nariz (generalmente en niños).
- con frecuencia (pero no siempre) hay una secreción blanca, amarillenta o sanguinolenta por una de las fosas nasales.
- Enfermedad de las encías (gingivitis, gingivoestomatitis).
- Diente impactado.
- Infección pulmonar.
- Mala higiene dental.
- Sinusitis.
- Infección de la garganta.
- Tabaquismo.
- Suplementos vitamínicos (especialmente en grandes dosis).
- Gingivitis ulcerativa, necrosante y aguda.
- Mucositis ulcerativa, necrosante y aguda.
- Insuficiencia renal aguda.
- Obstrucción intestinal (puede hacer que el aliento huela a heces).
- Bronquiectasias.
- Insuficiencia renal crónica (puede hacer que el aliento huela a amoníaco).
- Diabetes (olor a frutas u olor químico "dulzón" con cetoacidosis).
- Cáncer esofágico.
- Carcinoma gástrico.
- Fístula gastroyeyunocólica (aliento con olor a fruta).
- Encefalopatía hepática.
- Cetoacidosis diabética.
- Absceso pulmonar.
- Ocena o rinitis atrófica.
- Enfermedad periodontal.
- Faringitis.
- Divertículo de Zenker.
Cuidados en el hogar
Practique una higiene dental adecuada (especialmente la seda dental) y recuerde que los enjuagues bucales no son efectivos para tratar el problema que lo ocasiona .El perejil fresco o una menta fuerte son con frecuencia formas efectivas de combatir temporalmente el mal aliento. Evite fumar. Por otra parte, siga la terapia prescrita para tratar la causa del mal aliento.
Se debe llamar al médico si
- El aliento fuerte persiste y no hay una causa obvia (como el consumo de cigarrillo, alcohol o la ingestión de alimentos que lo produzcan).
- Si se presenta aliento fuerte y signos de una infección respiratoria, como fiebre, tos o dolor facial con secreción nasal.
Lo que se puede hacer para encontrar la causa del mal aliento
El médico elaborará la historia médica y llevará a cabo un examen físico.El examen físico abarcará una evaluación minuciosa de la boca y de la nariz. Se puede hacer un cultivo de garganta si la persona presenta dolor de garganta o úlceras bucales.
- Exámenes de sangre para detectar diabetes o insuficiencia renal
- Endoscopia.
- Radiografía del abdomen.
- Radiografía del tórax.
Si aún así, no se llega a un diagnóstico de la causa, el gastroenterólogo y el otorrinolaringólogo pueden evaluar al paciente para determinar otras pautas o conductas terapéuticas y diagnósticas de ser necesarias. El Estomatólogo y el odontólogo sólo serán consultados de encontrar causa local que requiera una revisión por estos especialistas.
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